El Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994 que en materia educativa se propone alcanzar cuatro objetivos fundamentales: a)mejorar la calidad del sistema educativo en congruencia con los propósitos del desarrollo nacional; b)elevar la escolaridad de la población; c)descentralizar la educación y adecuar la distribución de la función educativa a los requerimientos de su modernización y de las características de los diversos sectores integrantes de la sociedad; y d)fortalecer la participación de la sociedad en el quehacer educativo.
Así sostiene Carlos Salinas en su discurso que la modernización educativa es indispensable para lograr los objetivos nacionales y que, “con la recuperación económica que ya tenemos en puerta, no educaremos para el desempleo, sino formaremos a los jóvenes de México con la perspectiva de su empleo digno y bien remunerado”; En su afán por entrar de lleno a la modernización, México habrá de servirse de la educación como palanca firma, que deberá impulsar los ajustes para lograr una nueva estructura productiva, eficiente, respaldada en el conocimiento científico y tecnológico; deberá servir de sustento cada vez mayor conciencia de solidaridad social e identidad nacional” y la calidad estará de hoy en adelante entendida como la capacidad del egresado para entregarse a las fuerzas del mercado en una competencia ilimitada para determinar quien se ajusta más satisfactoriamente a las condiciones y características establecida por el medio ocupacional para aumentar la productividad.
En síntesis: La transformación de la educación para que satisfaga los requerimientos de la sociedad es interpretada como el sometimiento de las instituciones educativas a las exigencias que le plantean las modificaciones que sufre la estructura económica del país y que colocan la educación al servicio de la producción.
BIBLIOGRAFÍA:
Ruiz del Catillo, Amparo. Crisis, educación y poder en México. México, Plaza y Valdés, 1998. 3ra Reimp., pp. 77-98
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